Fredik Neij reflexiona acerca de su condena en la cárcel

por LjGo / 6 de julio del 2015 12:40 AM EDT

Después de haber presentado problemas legales con el sitio de internet, The Pirate Bay, y haber sido sentenciado a 10 meses de carcel, Fredik Neij, co-fundador del sitio en cuestión, al fin logra salir de los muros, y volver en paz a su vida. Sin embargo, todo este tiempo que estuvo preso, lo utilizó para reflexionar todo lo sucedido así como el futuro que se le avecina.

Hace tan solo un mes que culminó su sentencia, y actualmente se encuentra en su hogar con su familia en Laos, disfrutando de la compañía de sus seres más queridos. No ha pasado mucho tiempo desde que recupero su vida normal, cuando se encuentra realizando entrevistas al público, explicando un poco acerca de su experiencia en prisión.

Fredik Neij comenta sobre su estadía en la prisión de Skänninge

Fue internado en una cárcel sueca, y a pesar de estar cumpliendo una sentencia, afirma que no todo es tan mal como lo pintan en las películas y series. En realidad, que durante su estadía, pudo detallar que hay bastante privacidad, una celda por prisionero y no tiene rejas. Cuenta con un baño interno, y los presos podrán tener en su espacio televisión, revistas, periódicos y cualquier otro tip de entretenimiento, siempre que las autoridades lo permitas. Neij declara que poseía una smart TV Samsung, y hasta un consola de videojuegos de última generación.

El co-fundador sueco declara que donde estuvo internado, su celda le recordaba un poco a lo que son las cabinas de los cruceros, aunque la visibilidad por la ventanilla es más borrosa. Solo podía ver los muros y el alambrado de púas, así como a los lejos sembradios de agricultores.

Fredik Neij co-fundador de The Pirate Bay

Fredik Neij co-fundador de The Pirate Bay

Sus conocidos le facilitaron tarjetas MicroSD y otros dispositivos con series y películas favoritas. Con esto se entretenía mientras cumplía su condena, aunque no le dejaron tener dentro su consola de videojuegos de 8-bits. Disfrutaba de las visitas y llamadas de familiares y amigos, quienes también le falicitaban información de lo que acontecía en el exterior.

A pesar de que el tiempo que paso en la cárcel de Skänninge no fue tan malo, ahora está alegre de regresar a casa con su familia y descansar merecidamente.